Diesel – gasolina: ¿qué pasa si pongo el equivocado en mi coche?
Las posibilidades de error de repostaje se han reducido bastante.
Diesel – gasolina: ¿qué pasa si pongo el equivocado en mi coche?
En estos tiempos de prisas, a veces las cosas más sencillas se nos pasan por alto. Acciones de pura rutina, que hacemos sin pensar. Pero otras tienen consecuencias más severas, y una de ellas es la de repostar Diesel en un coche gasolina, bien porque es el coche de un familiar, o de alquiler, y como el nuestro utiliza otro combustible, no lo pensamos.
Hasta hace unos años, la anchura del depósito era muy similar entre coches gasolina y Diesel, unido a que las mangueras de combustible tenían un conducto final de igual tamaño. Eso podía provocar con suma facilidad el error en el combustible. Pero en los automóviles relativamente nuevos –de entre 4 y 5 años, más o menos–, las posibilidades de error de repostaje se han reducido bastante, porque el tamaño de las entradas de depósito son diferentes según el combustible que use el coche, y las gasolineras se han adaptado cambiando también: el boquerel de una manguera Diesel es más ancho que el de una manguera de gasolina, por lo que es casi imposible echar gasóleo a un coche con motor de gasolina.
Sin embargo, a la inversa sí que se puede, ya que la manguera de gasolina entraría perfectamente en la boca del depósito de un coche Diesel. También existen gasolineras en las que, aunque selecciones una manguera incorrecta, no fluye el combustible, puesto que no se ha dado la orden de suministrar a esa manguera concreta.
Por lo tanto, primer truco: si no entra, no lo fuerces. Pero si se da el caso que la manguera entra y repostas tranquilamente el combustible que no es, tienes un problema. Si te has percatado del error, lo mejor es que no arranques el coche, sino que llames a la grúa y que un mecánico drene el depósito con las medidas de seguridad oportunas. No debería haber más problema. Eso sí, suele realizarse la siguiente operación para asegurar la total limpieza: se llenan cinco litros y se rueda con el coche hasta entrar en reserva o estar cerca del agotamiento con el testigo encendido, y luego se llena el depósito. Una vez consumido un cuarto, debe volver a llenarse. Eso permite la limpieza, pero también que la bomba de gasolina funcione correctamente, por si hubiera podido verse levemente afectada.
Pero si arrancamos, las consecuencias son diferentes según se trate de un motor gasolina o uno Diesel, y de la cantidad de combustible que hayamos repostado. Si ponemos Diesel en un gasolina, el motor arrancará, pero se detendrá poco después, al no ser el combustible óptimo para su funcionamiento. Sin embargo, por poco que haya estado en marcha, el problema es ya importante.
El combustible habrá recorrido partes esenciales del motor, por lo que no sólo habrá que drenar el depósito, sino afrontar una lista de reparaciones bastante extensa. Habrá que limpiar los tubos, y también los inyectores, una de las peores reparaciones que podemos afrontar porque seguramente habrán quedado dañados, con lo que lo más seguro es que tengas que cambiarlos por unos nuevos. Si el coche es de carburación, lo más seguro es que el motor quedará dañado y habrá que cambiarlo. Y no es descartable que el catalizador haya quedado también seriamente afectado.
En el caso contrario, gasolina a un motor Diesel, los problemas son similares. Pero el coche arrancará y circulará, expulsando un denso humo blanco y dando tirones, emitiendo también ruidos extraños. La bomba de inyección y los filtros estarán dañados, y también los inyectores. El coste de todo ello no es bajo: podemos estar hablando de cifras que lleguen a los 7.000 euros, con lo que empieza a ser cuestionable si merece la pena la reparación.
Realizado el daño, se plantean varias dudas. Por ejemplo, si el seguro se hace cargo de la reparación. Vete olvidando. Has cometido una negligencia, por lo que la responsabilidad del siniestro es totalmente tuya, y tendrás que asumir el coste íntegro de la reparación, puesto que hay una falta del cuidado debido ante una acción realizada por el propio conductor. Ninguna póliza de seguro te va a cubrir un daño así. Pero lo que sí que te cubrirán es el traslado del coche en grúa hasta el taller que indiques, pues eso forma parte de la cobertura básica de todo seguro.
Puede que pienses que como tu coche aún está en garantía de la marca, ésta se hará cargo de las reparaciones. Pero obviamente volvemos a encontrarnos con la misma respuesta. La marca te cubre defectos de fabricación, no errores o el mal uso que puedas infligir a tu automóvil. Y obviamente, equivocarse de combustible es una de las acciones que se engloban en esos términos. Por supuesto, lo mismo ocurre en el caso de coches de alquiler, en cuya letra pequeña aparece que los daños que causes son responsabilidad tuya, y desde luego, aunque puedas contratar un seguro, este nunca cubre una negligencia como la que estamos tratando.
En cualquier caso, es una circunstancia que se da más a menudo de lo que pensamos. No tenemos aún los datos de 2016, pero en 2015 el RACE –Real Automóvil Club Español– asistió a 9.666 vehículos, de los cuales 5.539 habían echado gasolina a un coche Diesek, y 4.127 en el caso contrario.
¿Y SI ES UN EMPLEADO DE LA GASOLINERA EL QUE COMETE EL ERROR?
En ese caso, la buena noticia –dentro del problema– es que la estación de servicio es responsable. Nos encontramos en el ámbito jurídico de la responsabilidad extracontractual, regulada en el artículo 1902 del Código Civil: “el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”. Eso sí, tenemos un año para proceder a reclamar desde el momento en el que se produjo el daño.
Como elemento probatorio fundamental, debemos conservar el ticket de pago de la gasolinera, donde deberá constar qué tipo de combustible solicitamos, además del día y hora. Por supuesto, también la factura de reparación del mecánico, o de las actuaciones que se hayan llevado a cabo para reparar el vehículo. No menos importante, solicitar en nuestra demanda las grabaciones de vídeo donde se vea al operario introducir el combustible en nuestro vehículo. Tampoco es descartable la confección de un informe pericial sobre el vehículo que atestigüe los daños sufridos, el tipo de combustible que se encontraba en el vehículo, y si los daños pueden ser producidos por este error.
De todos modos, lo mejor es estar muy atentos en el momento en el que vamos a repostar. Nos ahorraremos muchos problemas a cambio de un momento de atención.
Ante cualquier duda, consulta a tu taller de confianza www.actual-car.com.
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