La disonancia entre la información que recibe el cerebro y los receptores del equilibrio del cuerpo es la responsable de tan desagradable sensación.
Recuerdas cuando tus familiares te ofrecían chupar un limón para no marearte en el coche. A veces funcionaba; si no lo hacía, por lo menos dejaba buen sabor de boca. Y es que, no hay peor sensación al viajar que marearse, sobre todo en trayectos largos. Pero, ¿por qué nos mareamos? La explicación más extendida entre los expertos sobre qué produce la cinetosis –denominación técnica del mareo por movimiento–, es que surge porque, al moverse, el cuerpo experimenta una disonancia entre lo que ve y lo que siente. Es decir, se produce una estimulación excesiva en las estructuras internas del oído, que regulan equilibrio, y por eso aparecen los síntomas del mareo: palidez, sudor frío, agitación o náuseas que, en el peor de los casos, pueden derivar en vómitos.
Aunque los mareos son algo bastante habitual, existen personas con una mayor predisposición a padecerlos. Se trata de los niños de entre 3 y 12 años de edad; las mujeres embarazadas, que durante la gestación experimentan una mayor sensibilidad en los centros nerviosos; y las personas que sufren cuadros de ansiedad. Para todas aquellas personas que se mareen nada más subirse al coche, esta serie de recomendaciones les ayudará a combatir los síntomas y hacer del viaje una experiencia mucho más tranquila y agradable.
Lo ideal para evitar marearse durante el trayecto es mantener una postura erguida y mirar siempre al frente. Si miramos hacia el interior del vehículo el cerebro entiende que estamos quietos. Esta discrepancia entre los sentidos es lo que desencadena los síntomas de la cinetosis. En este sentido, también ayuda sentarse en los asientos delanteros del coche. La explicación es sencilla: en las plazas traseras del automóvil se producen más balanceos.
Pero, si a pesar de poner en práctica estos consejos te sigues mareando,existen medicamentos que pueden ayudarte. Se trata de determinados antihistamínicos de primera generación como la Biodramina o el Cinfalar. Además, existen pulseras que prometen combatir los síntomas del mareo. Un brazalete elástico que debe colocarse por debajo del pliegue de la muñeca y que cuenta con un botón rígido que lo que hace es estimular el punto de acupuntura P6, relacionado con las náuseas según la medicina tradicional china.
Como última opción se puede recurrir a los remedios naturales como ingerir una raíz de jengibre –aunque su fuerte sabor es un inconveniente–,masticar chicle durante el viaje, o, simplemente, mantenerse distraído durante el trayecto para no pensar en los síntomas del mareo.
Estas son algunas recomendaciones para evitar los molestos mareos que experimentamos al viajar, aunque existen otras opciones que parecen surgir de la ciencia ficción. Por ejemplo, en el año 2006, científicos de la NASA decidieron experimentar con una revolucionaria idea surgida en los 80 para «engañar» a nuestro cerebro: unas gafas que congelan la imagen en la retina a través de la emisión de destellos de luz.