Así se usan las pinzas para la batería del coche
Su uso debe ser siempre una solución de emergencia puntual, ya que si lo haces con frecuencia podríamos acabar dañando el vehículo.
La batería es uno de esos elementos del coche que fallan en los momentos menos oportunos. Aunque muchos vehículos llevan unas pinzas de arranque, hay que seguir unas instrucciones precisas para conseguir, con la ayuda de otro coche, que nuestra batería «resucite».
Aunque hay que observar que el uso de estas pinzas debe ser siempre una solución de emergencia puntual, ya que si recurrimos a ellas de forma contínua podríamos acabar dañando el vehículo.
Para usar las pinzas debemos asegurarnos de que el coche que va a ayudarnos a arrancar está lo bastante cerca como para que podamos unir ambos vehículos con los cables, según las recomendaciones del blog de Catalana Occidente.
Una vez preparados para hacer la conexión, colocaremos la pinza del cable rojo en el borne positivo de la batería del otro coche y en el de nuestra batería descargada. A continuación colocaremos el cable negro en un elemento metálico del coche, que usaremos como masa para evitar chispazos.
Hecha la conexión, encenderemos el coche de la batería cargada y lo aceleraremos. De esta manera, el alternador generará energía y podremos encender nuestro coche.
Una vez arrancado el vehículo que tenía la batería descargada ya podremos desconectar los cables de las pinzas de arranque que unen ambos coches. Es importante que lo hagamos justo en el orden inverso de cómo los hemos colocado para asegurar que no se produce ningún problema en el proceso.
Visto en abc.es
Revisión de tu coche para las vacaciones
Tan importante resulta realizar una revisión prevacacional que minimice el riesgo de averías y maximice la capacidad de respuesta ante imprevistos en la carretera como el hecho de realizar dicha revisión en un taller que garantice la calidad de la misma. No es necesario ir a talleres oficiales, pero si es importante que se trate de un establecimiento legal.
De los 80 millones de desplazamientos que según las previsiones de la DGT tendrán lugar en las carreteras españolas este verano, un 25% (20 millones) serán realizados en vehículos en los que no se ha llevado a cabo ningún tipo de revisión prevacacional . Si a esto se le añade la estimación de que una de cada cinco revisiones se habrá hecho en un taller ilegal, se obtiene la escalofriante cifra de 32 millones de desplazamientos realizados en vehículos no revisados recientemente o revisados sin garantías.
Cabe recordar a los conductores, y así lo hace la Confederación Española de Talleres, que una revisión realizada en un taller legal no sólo cumple con los requisitos de calidad y seguridad necesarios, sino que otorga una garantía mínima de tres meses sobre cualquier reparación o sustitución llevada a cabo, utilizando para las mismas recambios de calidad original o equivalente. Éstas son condiciones que, por razones obvias, un taller clandestino no puede cumplir, empleando en las reparaciones y sustituciones repuestos y maquinaria de dudosa procedencia. Conviene recordar que, en última instancia, el responsable legal del correcto mantenimiento de un vehículo es su propietario.
El primer dato para que el consumidor pueda detectar si se trata de un taller ilegal es el hecho de que el establecimiento debe tener visible la placa-distintivo del tipo de actividad así como su número en el registro de Industria. Además el cliente tendrá derecho tanto a pedir presupuesto como factura de la reparación, recurso que el taller ilegal no puede tramitar, debiendo constar en la misma la duración de la garantía.
Visto en autonacion.com
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