Las 10 averías más habituales de los coches
Puede que te suene Dekra, una compañía por cuyas estaciones de ITV pasan en torno a 15 millones de vehículos en los últimos dos años, que corresponden a las diferentes versiones de unos 230 modelos distintos. Es gracias a los datos que publican en su web (fantástica para perder tiempo si te gustan los coches de segunda mano) con lo que elaboramos los informes de los coches más fiables del mercado (2014 y 2013). Son informes bastante completos, ya que solamente informan de un coche cuando revisan al menos 1.000 unidades
En estas inspecciones se inspecciona scudriñan el coche muy a fondo. Dividen su análisis del vehículo en cinco apartados claves:
- Chasis/Dirección: Se comprueba el estado de la suspensión, (amortiguadores, muelles, puntos de anclaje…) y de la dirección (rótulas, bomba de asistencia…)
- Motor/sistemas anticontaminación: Se centran en detectar posibles fallos de motor, incluido el sistema de escape, y sistema de transmisión (caja de cambios, diferencial..)
- Carrocería/interior: Se vigilar su deterioro (corrosión, faros)… así como el cinturón de seguridad y desjustes del salpicadero.
- Sistema de frenos: Para comprobar su eficacia y posibles fallos en el sistema de frenado (pastillas, discos, servofreno, líquidos…)
- Electricidad/electrónica: Se localizan posibles fallos eléctricos (luces en el cuadro de mandos, cierre, climatizador..)
Además de descubrir los coches que dan menos problemas, también conocen las averías más frecuentes que se han detectado. Son estos
1. Airbag
El airbag fue introducido por Mercedes en 1980 y se ha popularizado hasta el punto de ser uno de los sistemas de seguridad que no pueden faltar en el coche. La vida media de un airbag es de 10 años y, si uno de los airbags de tu coche tiene algún problema se iluminará un testigo en el cuadro de mandos (puede ocurrir también si el coche se queda sin batería). En ese caso deberías pasar por un taller… y puede que solamente deban resetear la centralita para apagar el testigo… o cambiar alguna pieza, que es algo más caro.
2. Bombillas fundidas
El sistema eléctrico de un coche puede tener picos de tensión, que provoca que alguna bombilla se funda antes de tiempo (su vida media es de cinco años, auqneu las bombillas LED duran tanto como el coche). También pueden funcirse porque entre humedad al faro. Se trata de averías de difícil localización, asñi que, cuando esto ocurre, lo más sencillo es cambiar la bombilla. En un coche antiguo podrás hacerlo tú mimso (solamente tendrás que afrontar el pago de la bombilla, muy baratas si son normales y algo más caras si es una halógena).
3. Barra estabilizadora
Esta barra metálica une las dos ruedas de un mismo eje para mejorar la estabilidad en curva del vehículo, ya que permite solidarizar el movimiento vertical de las ruedas opuestas, reduciendo la inclinación lateral que sufre la carrocería de un vehículo cuando es sometido a la fuerza centrífuga, típicamente en curvas . Forma parte de la suspensión del coche, debería durar toda la vida del vehículoy no suele notarse su deterioro. a no ser que se rompa por completo (entonces su comportamiento en curva será mucho peor). En ese caso, debes cambiar la parte deteriorada (no es especialmente cara)
4. Brazos de suspensión
Son claves en la suspensión, ya que es donde se sujetan los amortiguadores y manguetas (donde se sujetan las ruedas). Deberían durar toda la vida del coche, pero es clave que revisen su estado en el taller, ya que, en caso de que se deterioren y lleguen a romperse, puedes desde perder una rueda a quedarste sin direccion… y en ese caso el accidente es inevitable. Sustituirlos no supone tampoco un desembolso muy grande (desde 150 euros).
5. Cojinetes
También conocidos como silentblocks, sobre estas piezas (de goma vulcanizada, o de poliuterano) se unen las suspensiones al chasis, de forma que no existan piezas móviles metálicas en contacto. Su misión es conseguir un buen aislamiento y permitir que las suspensiones trabajen correctamente. Se retuercen y deforman en aceleraciones y frenadas (es su función) y, a pesar de que deberían durar toda la vida del coche, se desgasten, por lo que aparecen holguras en los elementos de la suspensión. Puede percibirse si se transmiten más ruidos y vibraciones al habitáculo o si el coche tiende a desestabilizarse en recta. Sustituirlos no supone más de unos 90 euros.
6. Centralita electrónica del motor
La centralita gestiona el funcionamiento electrónico del motor. .. es clave para que todo funcione correctamente (encendido, inyección…) A pesar de que las centralitas duran toda la vida, problemas haberlos haylos. Se sabe de inmediato, ya que se enciende el testigo de avería del motor y el coche va a tirones, cuando no se para directamente. La solución va desde reporgramar la centralita (entre 100 y 200 euros) o cambiarla por una nueva, que hará menos gracia al que le toque. Cuando su fallo no es tan evidente, la gente se da cuenta en la ITV, cuando le indican que emite más gases contaminantes de los permitidos… que puede ser debido a un fallo en las bujías (que duran unos 60.000 km) o el filtro del aire (40.00 km de vida útil).
7. Corrosión en la carrocería
No deberían formarse nunca, cuando uno cuida bien la carrocería, pero a veces se forma óxido en la parte inferior, la zona más expuesta al agua y la suciedad. Hay que prestar atención a esa zona (el mejor modo es levantando el vehículo en un elevador) y, a los primeros síntomas, reparar la zona, ljándola, aplicando masilla y repintarla. Esta acción cuesta unos 200-500 euros, en función de la cantidad de zona afectada.
8. Catalizador
El catalizador reduce el impacto ambiental de las emisiones contaminantes nocivas de los vehículos. Produce modificaciones químicas en los gases de escape de los automóviles antes de liberarlos a la atmósfera, para reducir la proporción de algunos gases nocivos generados en el proceso de combustión. Dura unos 150.000 km, pero a veces se acumulan demasiados gases de escape sin quemar en el catalizador y éste no es capaz de eliminarlos por completo.
Sucede por abusar de los trayectos cortos o tener las bujías en mal estado (en caso de los coches de gasolina) o por realizar muchos recorridos urbanos (y cisrular a bajas revoluciones) en el caso de los diésel. Es por este motivo que se recomiend acircular a altas revoluciones antes de pasar la ITV. Cambiarlo no es barato pues supone embolsar unos 700 euros.
9. Frenos con óxido
En ocasiones se oxidan partes metálicas del sistema de frenado, lo que puede deteriorar el sistema o producir fugas de líquido. Están preparadas para que no ocurra nunca en la vida del coche. Podrás detectarlo observando los bajos del coche y, si hay fugas, comprobando si desciende el nivel del líquido de frenos (se encenderá el testigo en el cuadro de mandos) o si detectas manchas donde lo dejas aparcado. Puede eliminarse el óxido con una lija o cambiar las partes afectadas.
10. Discos de freno
Se trata de discos de aceros que va unidos a la rueda mediante la mangueta. Cuando se pisa el pedasl del freno, la pastilla roza contra él y se reduce la velocidad. Su duración depende del tipo de conducción y del coche, pero es de unos 100.000 km. A partir de ahí pueden deformarse (lo notarás porque el volante vibra mucho al frenar) o oxiddarse, por la zona en la que van unidos a la rueda (solamente podrás verlo si desmontas el neumático. El precio de unos nuevos es muy variable, pero los puedes encontrar a partir de 100 euros.
Cómo arrancar el coche con pinzas
Quedarse sin batería es uno de los miedos a los que se enfrenta un mayor número de conductores, especialmente con la llegada del frío. Bastan unos días sin arrancar nuestro coche para que una batería que no se encuentre en óptimas condiciones muera por completo y nos quedemos tirados en cualquier lugar.
Lo ideal es que cada cierto tiempo compruebes la carga de la batería en un taller. Se trata de una operación sencilla por la que no deberían cobrarte nada. Aunque si lo prefieres puedes revisar su estado tu mismo con un sencillo polímetro. Un dato entre 12,5 y 12,9 voltios indica que la batería está completamente cargada. Menos de 11 voltios avisa de la necesidad de una recarga cuanto antes.
Si ya es tarde para realizar esta revisión y nuestro coche no arranca en un momento dado podemos utilizar las pinzas para ponerlo en marcha. Ojo, debes tener claro que esta es una solución de emergencia a la que no puedes acostumbrarte, ya que durante la maniobra de puesta en marcha podemos causar algún daño al vehículo.
De hecho cuanto más moderno es el coche menos recomendable es utilizar el arranque por pinzas. Los picos de tensión producidos durante esta operación pueden dañar fácilmente alguno de los muchos componentes electrónicos del coche.
Si aún así no queda más remedio que echar mano de las pinzas para arrancar el vehículo, ten muy presentes los siguientes pasos para efectuar el proceso:
1. Utiliza unas pinzas de buena calidad
Muchas veces las pinzas auxiliares para arrancar el coche es un elemento que apenas usamos y descuidamos en cualquier rincón del automóvil o de casa. Antes de utilizarlas revisa que los cables se encuentran en buen estado y sean gruesos, así evitarás que se calienten durante la operación y causes algún problema.
Como es lógico, asegúrate de tener a mano un cable rojo y otro negro, que servirán para conectarse al polo positivo y negativo de las baterías, respectivamente.
2. Cómo conectar los cables
Asegúrate de que el frontal de ambos coches se encuentre lo bastante cerca como para hacer llegar los cables de una batería a otra. Después, localiza el borne positivo y negativo de cada una de las baterías.
Coloca ahora las pinzas del cable rojo al borne positivo del coche con la batería cargada y después coloca el otro extremo en el borne positivo del vehículo con la batería descargada. Lo siguiente es colocar las pinzas del cable negro al borne negativo de la batería cargada.
¡Cuidado!, el otro extremo del cable negro no va conectado al borne negativo de la batería descargada, sino a un elemento metálico del coche que no esté pintado y sirva de masa para evitar así un chispazo y un posible incendio.
3. Arrancar el coche
Una vez comprobado que todos los cables están bien conectados pasaremos a poner el marcha el coche con la batería cargada. Lo ideal es acelerar el coche hasta unas 2.000 rpm para que el alternador genere la energía suficiente.
Pasados unos segundos el conductor del vehículo con la batería descargada podrá arrancar su coche y mantenerlo también un poco acelerado para ayudar a la carga.
4. Desconectar los cables
Para retirar los cables de la batería lo haremos en orden inverso al inicial. Es decir, primero desconectaremos el extremo negativo colocado en el coche auxiliado y después el negativo del coche auxiliar. Lo mismo con el cable rojo positivo: primero el extremo colocado en el coche auxiliado y después el situado en el coche auxiliar.
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